jueves, 9 de diciembre de 2010

Blogosfera y sociedad civil 3.0




Fragmentos de un texto con ideas de Jorge Alberto Hidalgo Toledo:


El boom de los medios sociales
José Luis Orihuela en su texto La revolución de los blogs, apunta de manera muy certera: “Cuando una herramienta de comunicación pública consigue un impacto social de tal magnitud que transforma la cultura, entonces se convierte en un medio” (2006: 65). De ahí que nos atrevamos a decir que nuevos medios, como el weblog, están transformando de manera radical nuestra cultura.
Los weblogs o blogs, han transformado el lenguaje, los modos de estructurar la información, las vías de interacción y socialización del conocimiento. Al eliminar la mediación editorial, democratizando el acceso, publicación y distribución de la información, configuraron el telar con el que se está tejiendo el nuevo entramado social.
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¿Qué busca la Generación Mi Medio en la web?
Los cibernautas buscan hoy día en los blogs:
· Información que les permita establecer una relación personal con la realidad.
· Voces y conversaciones subjetivas, íntimas, que proporcionen una interlocución basada en el respeto.
· Múltiples fuentes, opiniones, tendencias y charlas que les permitan tender un puente empático con los distintos modos de sentir las afectaciones de los hechos.
· Noticias y documentos que les faciliten el sacar sus propias deducciones, que no pretendan manipularlos ni controlarlos.
· Temas novedosos, con formas expresivas ingeniosas, auténticas, sin censura y sin controles.
· Gozar de un espacio libre de interconexión, autoexpresión, de conformación de comunidades en un modo estético/funcional cien por ciento personalizable.
Los medios sociales al ser creados por usuarios para usuarios, están estructurados de la misma manera como a ellos les gustaría encontrar la información; además, de que posibilitan la réplica, la interacción y diálogo entre aquellos que comparten un interés común.
El protagonismo entre actores sociales ahora es compartido. Una nueva ecología simbólica y mediática se construye en los espacios personales, espontáneos, informales, íntimos y de expresión visible que son los blogs. Ahora son los bloggeros los que dictan su propia agenda, circulan la información, devuelven el poder de la comunicación pública a los ciudadanos y expanden con ello las murallas de la República Mediática. La blogósfera, el corazón de las comunidades virtuales
Ahora bien, los weblogs se encuentran hoy día en la cima de la pirámide de los medios sociales. Su naturaleza interactiva, hipertextual, multimediática y de socialización en línea, ha fomentado la alfabetización digital de muchas personas impulsándolas a buscar cauces de expresión, divulgación, crítica, denuncia y solidarización con causas que antes parecían ajenas al ciudadano común.
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Technopolítica y sociedad civil 3.0
La blogósfera, ha venido a brindar, como menciona Sfez (2002): “convivencia, transparencia, igualdad (de acceso), libertad (de palabra), un espacio público generalizado y según se dice, universal”.
Y es que como afirma Juan Varela, los blogs han quebrantado las estructuras históricas de la comunicación:
“De uno a muchos: la que comprendía la comunicación fuertemente jerarquizada y estructurada, con poca interactividad y en la que la autoridad estaba predeterminada por el que difundía el mensaje.
De uno a uno: la que se da en el contacto personal, de forma libre, desestructurada, emocional, donde la conversación, el tono y la retroalimentación marcan el contenido” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 105).
Con esto en mente se dio forma a lo que el periodista norteamericano Dan Gillmor denominó We media; es decir organizaciones autogestionadas y espontáneas que se sustentan por la transparencia y credibilidad de sus miembros. Un arte democrático, como apunta el filósofo pragmatista norteamericano, John Dewey, se está perfilando ante la interrelación sígnica que se vive en la red.
La lógica de los signos que cohabita en la blogósfera se instaura en la comunicación transparente, unitaria, solidaria, moderna, humanista, ecológica, informada, poderosa, dispuesta a la aventura, explosiva, diversa. Quizá por ello encarnan fácilmente los blogs la dermis de un activismo o netactivismo que puede impactar en la vida social, comunitaria y política al intervenir y cambiar el estado de cosas.
Jeff Jarvis, el pionero del Periodismo 3.0 solía escribir: “Dale a la gente el control y lo usará”. Ahora hablamos de súperusuarios dueños del control y protagonistas de los procesos informativos. A un clic de distancia tienen la posibilidad de convertirse en productores culturales y contribuir así, pasando a ser los motores más comprometidos de la vida política y social.
Ya Howard Rheingold (2004) había bautizado a estos súperusuarios como “multitudes inteligentes”; es decir, grupos de personas que emprenden movilizaciones colectivas políticas, sociales, económicas que se comunican y organizan en una escala novedosa mediante medios sociales interactivos como los blogs y los dispositivos móviles.
Match Ratcliffe y Jon Lebkowsy consideran que esa unión que se da entre información, opinión, economía y política es fundamental para el establecimiento de la democracia extrema o en línea dado que: “la unidad básica de organización en una democracia extrema es el activista (súperusuario), un ciudadano preocupado por un asunto por el que está dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo para desarrollarlo en una política relevante” (Rojas, Alonso, Antúnez, Orihuela, Varela, 2005: 140).
Ese activismo digital cada día gana más atención. Las ansias de saber, la organización física de la sociedad civil, el desencanto social, la falta de atención de los gobiernos a las problemáticas sociales han llevado a estos prosumers -como los llama Eduardo J. Arcos- a emplear su tiempo libre a conformar nuevas instituciones, nuevos foros de opinión y nuevos espacios de agrupación para atender en conjunto las necesidades que los estados y las naciones no desean atender.
Esta democracia deliberativa que insta por la participación de los ciudadanos en la gobernación empata a la perfección con el movimiento de código abierto en el que la estructura y funcionamiento se basa en la cooperación, la participación, la descentralización, la organización y el actuar.
La unión de información, organización y activismo facilita el encauzar la acción social y el extender ideas, comportamientos y debates. De ahí que Rebecca Blood, insista en que una de las ventajas estructurales de las comunidades colaborativas que se construyen alrededor de los blogs, está en la posibilidad de profundización e inmersión que se puede lograr cuando un grupo de personas centran sus talentos para trabajar en una misma causa e informar con ello al resto de sus usuarios fungiendo como centros de intercambio intelectual.
Ya Ignacio Ramonet en su texto Internet, el mundo que llega, anunciaba el boom de la pasión en la vida pública y la presión sobre la opinión pública (Mora, 2006). Son esos usuarios los que buscando nuevos modos de éxito social centran sus esfuerzos en influir sobre procesos productivos multinacionales. Los gérmenes de un simbolismo político que trascienda el imaginario y la fantasía de la técnica pueden filtrarse en un entorno ansioso por ejercer su soberanía. Un neorelato está documentando la vida cotidiana, la profesionalización y mediatización de lo que hoy día se denomina el Tercer Sector.